LA VERDAD A BASE DE LA MENTIRA

 

LA VERDAD A BASE DE LA MENTIRA

Por: Carmen Ipanaqué


La labor del periodista, reportero y comunicador social siempre ha sido principalmente la de informar, recabar información importante para poder brindarle a la población datos concretos comunicando a través de los medios masivos, para ello los profesionales han recibido una formación que les permite actuar en base a una ética, pero ¿Qué pasa cuando estas personas recurren a las mentiras para obtener información de primera mano?

Los códigos éticos insisten que para poder obtener información y luego transmitirla hacia las masas, estas se deben obtener con medios honestos y leales, que ante todo estén desprovistos del engaño, sin embargo, existen profesionales que llegan a arriesgar tanto su profesión que utilizan el disfraz del engaño para realizar una investigación eficaz, algo que contradice la labor del periodista, que rechaza cualquier tipo de engaño y confía en la fuerza y necesidad verídica.

La mentira siempre causa un daño moral, imaginemos que un reportero se ha tenido que hacer pasar por alguien importante para recibir información sobre una violación, todo ello con la intención de ser de las primeras personas en conocer sobre el desarrollo de los hechos para luego difundirlos, sin duda alguna, los testigos o protagonistas se van a sentir engañados y vulnerados, cuando en los medios de comunicación aparezcan sus declaraciones que pueden poner en riesgo su vida y esto también tiene como consecuencia la negatividad de las personas que se sienten traicionadas y por lo mismo no querer colaborar con las personas realmente encargadas de su caso.

Si los reporteros fueran más empáticos, lograrían darse cuenta del daño que están ocasionando con una práctica que viola la intimidad de las personas, además de ello, la mentira se puede convertir en un habito, por más justificación que busquen los reporteros, una vez que la mentira se convierte en técnica para poder realizar los trabajos, esta puede llegar a extenderse tanto que llega a destruir el propósito por el cual debería trabajar

En este mismo sentido el mentiroso supone que jamás se le va a descubrir y vive realizando las mismas acciones una y otra vez de manera que con frecuencia exagera el daño que se evita y la verdad se termina obteniendo en base a una serie de mentiras. El engaño crea un clima desmoralizante, para muchas personas resulta ser fácil y sin darse cuenta caen en un patrón que repiten una y otra vez, muchas veces causando daños a los que menos culpa tienen.

En los programas de hoy, los engaños también se ven reflejados, con temas de prostitución, drogadicción, los reporteros se arriesgan y se hacen pasar como consumidores y con cámaras ocultas logran obtener información, desde hace muchos años esta es una de las mejores tácticas para una emboscada bien preparada que la gente termina aceptando.

Existen diversas situaciones en las que un reportero puede echar un vistazo a la situación sin la necesidad de mentir haciéndose pasar por otras personas, no siempre va a ser necesario llevar un carnet que te identifique como prensa, como para que las personas se alteren al saber que hay un periodista o cámaras que llegan en la investigación de un hecho, algo que muchas veces pone nerviosos a todos, pues a nadie le gusta pensar que todo lo que ha pasado será difundido el día de mañana en los medios masivos, a menos no cuando son temas que afectan la integridad de las personas.

La investigación que realizan los reporteros tiende a perder legitimidad y credibilidad cuando el encargado ha recurrido a la suplantación de personas, robo de documentos, uso de la violencia, entre otros, por ello es importante recordar que la tarea periodística no se viene cumpliendo con integridad, actualmente existen muchos desafíos como por ejemplo lograr que la información que se difunda sea creída, este objetivo no se logra cuando el receptor tiene motivos para desconfiar, llegando al punto de preguntarse si puede creer en la información de alguien que miente para obtener la noticia.

Pocas son las veces que se ha tocado este tema, los engaños de los periodistas al momento de recabar información usando una falsa identidad, entonces es necesario preguntarse ¿Está bien que un reportero actúe como un detective, trabaje de forma encubierta o recurra a cámaras y micrófonos ocultos? Aquí la respuesta, los profesionales de la comunicación dependen de su propia ética, En algunos casos, el propósito de las investigaciones periodísticas no es probar la culpabilidad de alguien sino simplemente dar testimonios, pero de igual forma se logra a base de un engaño y sigue siendo un problema de falta de ética profesional.

Los reporteros pocas veces llegan a revelar a los receptores las artimañas que este ha utilizado por poder obtener la información que ve plasmado en los diarios o transmitida en las pantallas e incluso los mismos directores desconocen cómo se consiguió la información y es que muchas veces eso es lo que menos les importa, lo que importa es la primicia, el chisme, el hecho de ser el único medio que tiene una nota importante, entonces poco se puede esperar de los cuestionamientos que pueda realizar un director cuando le llevas buena información.

Cuando una persona miente, esto se le hace costumbre, se convierte en un hábito con el que luego se va a tener que lidiar por siempre, es necesario que las organizaciones noticiosas empiecen a orientar y a capacitar a los reporteros para que controlen estos engaños insidiosos, muchas veces ellos salen beneficiados, logran reconocimientos, pero a que costo, cuando una madre que acaba de perder a su hijo te cuenta datos precisos difíciles de recordar sobre el asesinato simplemente porque piensa que eres alguien de la policía o parte del equipo médico forense, el reportero se beneficia en base a una narración
de una madre destrozada que confío pero fue traicionada.

Comentarios